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Reportaje sobre nuestra nueva Iglesia

 

La Iglesia de Santa María

El mes de febrero será, con casi toda seguridad, y siempre Dios mediante, el mes de entrega de las obras del Templo de Santa María.

En la línea de preparar la entrada al Templo y su inauguración, queremos ir ofreciendo artículos y reportajes alrededor de la construcción y decoración de la Iglesia.

Aprovechamos esta vez una descripción de la Iglesia que nos ha enviado su mismo arquitecto, don Javier Martínez, y que hemos publicado en los proyectos de presentación de la Iglesia para la decoración del Retablo Mayor. Así describía la obra que ha realizado.

 

DESCRIPCIÓN DEL TEMPLO DE SANTA MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA, por Javier Martínez Godín

 La nave principal de la Iglesia, a principios de mesEl Templo de Santa María está concebido interiormente como un espacio diáfano y funcional, que pretende adecuarse a las exigencias formales y de disposición de los distintos elementos sacramentales, según los canones litúrgicos.

Este espacio interior queda enriquecido por el juego estructural de hormigón visto, por el propio movimiento de las cubiertas de madera y la concentración de huecos para la penetración de la luz natural en su interior.

Los propios elementos estructurales y constructivos, son los que aportan una ambientación austera y rotunda. Los materiales se presentan “desnudos”, al natural, con su propia textura y color (sinceridad constructiva): pétreo (hormigón), cerámico (ladrillo, celosía), madera (vigas y tableros), metálico-vidrio (carpintería).

La celosía cerámica que une con la escalera de acceso a la criptaLa cubierta, a dos niveles, e inclinada, exteriormente provoca dos juegos volumétricos prismáticos que se mezclan. Interiormente se traduce en dos espacios diferenciados y jerarquizados. Uno central ascendente hacia el Presbiterio y el Retablo (como remate del ábside central), y otro descendente, desdoblado a ambos laterales y unidos en la parte trasera por el atrio. En el desnivel provocado entre ambos volumenes, se abren los huecos para la iluminación natural, que penetra desde arriba. Ello crea una atmósfera más espiritual y serena. Se matiza más la luz, tamizada por reflexión en el propio material constructivo: el hormigón estructural, el ladrillo en cerramiento, y la madera en techo.

 

Los diferentes materiales de la iglesia: madera, hormigón, cristal  y ladrillo

 

 

 

Como elemento singular, y a modo de “hito” (recuerdo o alegoría de la torre o espadaña de antaño), se prolonga o “estira” la piel exterior (el cerramiento), en su esquina Sur-Este, en forma de punta o aguja-cresta pronunciada, donde se ubica el signo identificador del Complejo Parroquial, La Cruz. Es la esquina más elevada y visible de todas, desde el exterior.

El acceso al Templo, muy claro y evidente, mirando hacia el Barrio, se realiza a través de una rampa-escalinata exterior, que potencia tanto su característica propia de “congregación” e “invitación” y ensalza aún más, su identidad digna y espiritual. Crea una “tensión” y un sentido del movimiento en prolongada y suave elevación hacia la puerta principal de acceso al Templo.

ÁREA DE PASTORAL PARROQUIAL

Este Área, junto al Templo, se concibe espacialmente de manera sencilla: Un gran corredor alargado interior, central, a modo de calle, que permite la circulación y la distribución de todos los espacios dispuestos en “batería” a uno y otro lado, y la circulación e interrelación entre ellos. Éstos se proyectan a medias alturas (en total 4), para incorporarlos a este espacio central y evitar el aislamiento de determinadas zonas y de las plantas. Este espacio central termina cenitalmente en un gran lucernario que baña totalmente de luz natural todo el interior. De esta manera se realza el rasgo de unidad del conjunto. Todos los recintos participan de este gran espacio central y se acceden a ellos desde el mismo. Se ordena del siguiente modo: En planta baja-calle, mirando hacia la plaza interior de la parcela, y controlando la entrada principal, se organiza la zona de conserjería y administración con dos despachos para los sacerdotes, zona de atención al público y un archivo parroquial. Al fondo se sitúan los aseos y cuartos de limpieza y un pequeño oficio como espacio de apoyo para utilización de usuarios y en determinadas celebraciones. Tanto en la planta primera como en el semisótano, mirando a la Avda. de Francia, se ubican las salas, (con un total de 6), donde se desarrollan las actividades pastorales y catequéticas, anteriromente mencionadas.

Desde este Área, se accede a través del semisótano, directamente a la Capilla-Oratorio, ubicado bajo el Presbiterio de la Nave principal del Templo. Además de servir para Actos de Culto y Litúrgicos diarios, es de dominio más restringido y tranquilo, para la Oración y Adoración, en pequeños grupos...

En plantas superiores se ubican dos viviendas unifamiliares para los sacerdotes responsables del Centro (y que también custodian las instalaciones).

En planta sótano se ubican varios espacios de almacén, necesarios para las actividades y almacen de la parroquia.

 

 

 
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