NUESTRA FUTURA IGLESIA YA VA CRECIENDO: PREPARÉMONOS

Al paisaje de la Expo que se está dibujando en el extremo de nuestro Barrio le falta un elemento que será esencial para nosotros, y ojalá para todos.

Toda esa nueva Ciudad de Cultura, Desarrollo y Humanidad que debiera ser la Expo necesita, sin duda, un corazón y un centro. El corazón bien podría ser nuestra nueva Iglesia. Con su Cruz alzada para recordar a todos la forma en que el hombre es salvado y liberado de sus límites: el Amor. Quizás nuestra Iglesia pueda ser la Entrada simbólica a la Ciudad Moderna de la Expo: y la entrada puede ser el Amor.

Por eso debemos ir creciendo en el deseo de ver progresar nuestro edificio, en un signo del crecimiento de la Cultura de la Solidaridad y de la Fraternidad en que debe convertirse nuestro Barrio. A nuestra Ciudad le hacen falta Templos!! Al mundo le hacen faltan Templos!! Templos para el Silencio, para la Serenidad, para el Encuentro con nosotros mismos, con los Demás, con los Olvidados, y con el Otro por excelencia: con Dios.

Levantaremos un monumento a la Persona, a la Libertad, a la Misericordia y le pondremos el nombre de Iglesia, y la encomendaremos a una Madre, María de la Iglesia, para convertirnos en la Iglesia de María, de la mujer, de la Bondad, del recuerdo de todos, sin dejar de lado a nadie.

Que se levante nuestra Iglesia, y nosotros con ella, en una nueva renovación de nuestro compromiso por el otro, por el amigo y el vecino. La Almozara como parte de una Zaragoza humana. Es lo que verdaderamente necesitamos al lado de tanta Expo.