VIERNES 23 MAYO, 20'00 h.
CONCENTRACIÓN EN PLAZA ESPAÑA ORGANIZADA POR LA HOAC"Por un trabajo de calidad, por la conciliación familiar y laboral"
Bajo el lema "EXIGIMOS UN TRABAJO DE CALIDAD. APOSTAMOS POR LA CONCILIACIÓN FAMILIAR Y LABORAL", el Equipo de HOAC de nuestra Parroquia (Ana Carmen Bernia y Javier Arjol) nos invita a secundar una iniciativa de reivindicación en favor del trabajo de calidad y la concicliación laboral y familiar. Exponemos parte de la reflexión que a este propósito está difundiendo este equipo.
NO A LA PRECARIEDAD La precariedad laboral viene a definir todo aquel empleo de baja calidad. En nuestro país el empleo precario se ha asociado a la temporalidad, tanto que las reformas laborales pretenden incidir en la contración indefinida. Otros aspectos que también definen la calidad del empleo son las posibilidades de formación y promoción, el tipo de contrato, la jornada y el ambiente laboral, la protección del desempleo, la igualdad de género,... Esto conlleva consecuencias muy graves para la vida: -vulnerabilidad de las familias sometidas a este tipo de empleo -el trabajar ya no asegura la superación de la situación de pobreza -aumento de otras formas de precariedad: contratos basura, paro, otras rebajas de las condiciones de trabajo... -consecuencias en la vida familiar: dificultades en la educación de los hijos, en el cuidado de personas dependientes, en una real conciliación de familia y trabajo, auge de problemas sociales: violencia doméstica y de menores, situaciones de "abandono" y de atención de los hijos... Lo que en todo caso no podemos aceptar es la idea de que para crear empleo HAY QUE REBAJAR LAS CONDICIONES DE TRABAJO QUE TANTO ESFUERZO HA COSTADO CONSEGUIR. Es decir, se ha legalizado sin ningún pudor la explotación, y con ello se ha impuesto la idea de que no es posible que todos los trabajadores disfrutemos de un empleo de calidad con unas condiciones que nos permitan vivir con dignidad. La flexibilidad, tal y como ha sido planteada, es una trampa, y una forma de encubrir las condiciones laborales, porque la flexibilidad está pensada sólo desde una perspectiva productiva. Es el sistema el que manda y no las necesidades de las personas y sus familias. EN LA HOAC PENSAMOS que no podemos resignarnos a convivir con un sector tan amplio de trabajadores y familias que sufran esta situación, y es inaceptable que no se desarrollen políticas de protección social que palien los efectos nefastos de la precariedad. Esto choca frontalmente con nuestra condición de creyentes en Cristo Obrero, donde nuestro sistema ya no piensa en las personas, sino en los beneficios: "El conjunto del proceso de la producción debe, pues ajustarse a las necesidades de la persona y a la manera de vida de cada uno, en particular de su vida familiar" (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, 67). |
