FRAGMENTOS DEL LIBRO DE LA PASIÓN, de José Miguel Ibáñez Langlois Poemas para contemplar la Pasión de Cristo Jesús de Nazaret qué pobre hombre pero qué fracaso tan absoluto no encontró más discípulos que unos pescadores de la localidad como era previsible en esos alcornoques no hubo forma de hacerles entender lo que pretendía sus propios parientes no creían en él lo consideraban un loco y estaban lejos de ser los únicos fue vencido por una casta de políticos y teólogos de su propio pueblo sus discípulos entonces lo abandonaron a medianoche mientras todos los gallos de Jerusalén cantaban sin son ni ton fue vendido por 30 dólares al contado y ni un peso más fue condenado por blasfemo impostor y revolucionario a petición de las propias masas que se le suponían adictas al pie de la cruz no había casi nadie de entre los suyos apenas su madre y uno que otro seguidor imberbe hasta su ropa interior se la repartieron los verdugos pasó por el mundo como si no hubiera pasado nadie
a unas horas de su muerte todo quedaba igual en el universo … nunca hubo hombre tan muerto como ese muerto sobre la cruz su muerte a simple vista era profunda como un infinito
Jesús pero qué muerto más sobrenatural las almas se le rendían después de muerto la cruz patibularia se convirtió en su triunfo los muertos salían de la tierra para amarlo hasta la adoración su mirada cambio el curso de la historia … Jesús de Nazaret pero qué muerto más resucitado de su aliento brotan las vidas de santos a borbotones del fondo de sus ojos salen caminando trasparentes legiones de vírgenes confesores mártires que después de pasar por las llamas por todas las cruces caminando retornan al fondo de su corazón … su espíritu adquirió la costumbre de venir en lenguas de fuego sobre las más humildes parroquias de leñadores y empleados públicos sucede a cada rato volverse loco de amor por él con una parábola echa a volar todos los sueños de la especie humana es capaz de sacar lirios de las bellotas capaz de sacar bien del mal por el método de crucificarse en la carne más pecadora y sepultarse a sí mismo en ella y saltar del sepulcro a la velocidad de la luz y saltar del sepulcro a cámara lenta por los aires expandiéndose ah qué hermosura quién quién contará la historia de sus muertes y resurrecciones no se puede luchar contra un hombre así batalla que pierde batalla que gana … ah siempre son suyas las lágrimas de los arrepentidos le pertenecen todas las lágrimas de la medianoche todos todos los amores trabajan de incógnito para él sus llagas más antiguas no se cierran nunca jamás esas llagas dicen yo soy el camino la verdad y la vida su túnica resucitada hoy color escarlata flamea a los cuatro vientos sí flamea como un arcángel que indica la dirección exacta del paraíso… Jesús de Nazaret pero qué muerto más resucitado." |